Jueves la Saca
El día grande. Valonsadero se pone a reventar, no queda un hueco de Cañada Honda sin ocupar. Gente por las rocas, en los chiringuitos, por los muros de los corrales. Es un día especial. Todo empieza de verdad, después de una noche de juerga que, la verdad, se coge con muchas ganas. De nuevo caravana festiva a Valonsadero. Hace calor, la Cañada está llena de polvo, después de una noche el olor corporal deja mucho que desear, camisetas teñidas de vino que no llegó al estómago, cerveza en la mano, calimocho compartido. Los chiringuitos que no dan a basto para servir cañas y litros. La gente se comienza a agolpar en la puerta de corrales. Al otro lado, doce novillos, uno por Cuadrilla, que esperan, inquietos, la hora en la que comienza la Saca, en la que de verdad comienzan los Sanjuanes cada año, las 12 del mediodía. Más y más sanjuaneros en la puerta color rojo. Más y más cervezas y vino y ese sol que lo anima todo después de un invierno largo.
Puerta de los corrales.
Caballos nerviosos por la tarea que van a ejercer. Poco a poco, los menos osados comienzan a retirarse a lugar seguro según se van acercando las 12. Cualquier sito es válido. En lo alto de coches, árboles, rocas, neveras de campo, la barra de los chiringuitos o el puesto de helados del tudelano que va retirando las cosas del mostrador porque ya se conoce lo que pasa. Pero aún son muchos los que aguardan la hora grande, los tres segundos más intensos en la vida de un sanjuanero, más largo y breve al tiempo. El guarda de Valonsadero es elevado por la muchedumbre sobre las cabezas para llegar a la puerta de corrales y abrir de verdad las Fiestas.
Tres cohetes, se abre apenas la puerta, el gentío que hace un momento se apiñaba se mueve a los lados, los toros vacilan un segundo, salen, envisten, corren tras los mozos, los caballos. Gritos, aplausos, locura, caos, carreras y golpes. La Saca, un espectáculo que realmente no se puede contar porque hay que vivirlo.
De allí, a la Vega de san Millán, a la carrera. Toros que esquivan a caballistas, mozos y motos, que intentan no llegar a su destino. Más de uno lo consigue, se zafa y no llega a Soria. En la Vega de san Millán (lugar donde hace años se iniciaba la Saca), las reses, caballos y mozos toman descanso hasta las 14 que continúa (o comienza) la Saca. Por el monte Valonsadero, Venta del Aire, ,... Soria.
De los doce toros que salen de Valonsadero, siempre hay alguno que se pierde, se escapa. No será la primera vez que un novillo se planta en el centro de Soria dando más de un susto.
A eso de las 18, los toros van llegando al coso de san Benito. Mozos corren delante de ellos y mucha gente contempla la llegada tras el vallado. Es un día largo, que, cuando llegan los novillos a la plaza, se remata con vaquillas.
Las Cuadrillas salen por la tarde a la calle con sus charangas o gaiteros,
tomando las riendas de las Fiestas y siendo, junto a la figura del toro, las principales protagonistas de los Sanjuanes. Esto ya no hay quien lo pare. Quedan días y noches por delante para disfrutar de unas Fiestas únicas.
Pablo no me gusta mucho lo siento
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